Esta estación conlleva una serie de cambios que afectan a nuestros niños de diversas maneras, así el calor, el sol y el estar de vacaciones, les platean diversos retos que es necesario que los padres comprendan y enfrenten.
Recomendaciones para el verano
- Usar ropa holgada: evitar la ropa muy pegada en especial en niñas y de preferencia que sea de algodón.
- Tomar un baño diario más un remojón antes de dormir.
- Que las niñas no se queden mucho tiempo con la ropa de baño húmeda a fin de evitar vaginitis y/o escaldaduras.
- Es imprescindible aplicarse bloqueador, el cual se puede usar desde los 6 meses de vida.
- Tomar líquidos extras en especial agua.
- Si van al campo o lugares donde hay mosquitos, se recomienda usar repelentes para la piel y/o artefactos eléctricos para la habitación.
- Los lactantes no necesitan agua extra, excepto en zonas donde haya mucho calor, monitorizando el color de la orina.
- Las lesiones al nervio óptico y a la mácula son acumulativas, por lo tanto es recomendable que los niños se acostumbren a usar lentes para sol medicados por expertos.
- Evitar los baños de mar o piscina en horas punta de calor; caso contrario repetir constantemente la aplicación de bloqueadores solares.
- Supervisar de alguna manera el agua de la piscina para que contenga el cloro en cantidad adecuada.
- En piscinas cerradas, el vapor de cloro puede desencadenar problemas alérgicos respiratorios en niños susceptibles.
- Es importante tener al día las vacunas antitetánicas por estar más expuestos a traumas y/o heridas.
- Si acidificamos el conducto auditivo externo, podremos evitar las otitis muy comunes en el verano.
- Evitar el consumo de alimentos y lácteos de dudosa procedencia.
- Hacer seguimiento adecuado ante cualquier lesión en la piel.
¡Feliz verano y felices vacaciones!