La postura corporal es básicamente la posición en la que mantienes tu cuerpo estés sentado, acostado o de pie. Tener una buena postura corporal es necesaria e importante para la salud a largo plazo.

Antes de comentarte qué debes hacer para mejorar y cuidar tu postura, conozcamos un poco más de ella.

Tipos de postura corporal

Existen dos tipos de posturas corporales:

• La postura dinámica, que es la que mantienes cuando te mueves, caminas, corres, te agachas, etc.
• Y la postura estática, que es aquella que adoptas al estar sentado, de pie, o acostado, es decir, sin movimiento.

La correcta postura corporal cuida tu columna vertebral, que tiene tres curvas:  la de tu cuello, la de la parte media de la espada y la parte baja de la misma. La idea es que tu postura mantenga esas curvas naturales sin aumentarlas, es decir sin modificar su curvatura a lo largo de los años.

Importancia de una buena postura corporal

Una postura correcta mantiene alineados de manera óptima tus huesos y articulaciones, además:

• Evita el desgaste excesivo de la superficie de las articulaciones.
• Disminuye la presión en los ligamentos que fijan las articulaciones de la columna.
• Permite un mejor y más eficiente trabajo de tu musculatura.
• Previene la distensión muscular.
• Evita los dolores de espalda y músculos.

Por qué una postura incorrecta puede afectar la salud

Cuando mantienes mala postura al caminar, sentarte o dormir, de manera constante, puedes afectar, incluso, tu respiración. Estas son algunas de las consecuencias que traen una mala postura sostenida en el tiempo:

• Desgastar tu columna vertebral, lo que redundará en fragilidad y, por lo tanto, en lesiones.
• Causar dolores en el cuello, hombros y espalda.
• Disminuir tu flexibilidad y desgastar tu sistema de músculos y esqueleto.
• Afectar tus articulaciones por movimientos incorrectos.
• Afectar tu equilibrio.
• Dificultar la respiración.

Mejora tu postura corporal con estos consejos

En líneas generales puedes mejorar tu postura siguiendo estas recomendaciones:

• Toma en cuenta tu postura. Puede parecer obvio, pero prestar atención a cómo está tu cuerpo cuando realizas tus actividades más regulares, te ayudará a que mantengas siempre una posición adecuada
• Haz ejercicio. La actividad física ayuda a tu postura en general y a fortalecer los músculos que sostienen el cuerpo, como la espalda, el abdomen y la pelvis.
• Mantén un peso saludable. El sobre peso puede afectar tu postura y movimientos.
• Usa zapatos cómodos. Así evitarás aumentar la presión sobre tus músculos y dañar tu postura.

Si estás mucho tiempo sentado trabajando procura:

• Ajustar la altura de tu silla de manera que los pies descansen planos sobre el suelo.
• Mantener las rodillas al nivel de las caderas o por debajo y no cruzar las piernas.
• Estirar tus músculos y tomar pausas activas cada cierto tiempo.
• Ajustar la silla para que sujete bien la espalda.
• Colocar la pantalla de tu computadora a la altura de los ojos o ligeramente por debajo.
• Relajar los hombros.
• No trabajar en la cama o el sofá, especialmente si haces home office.

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