La música es parte importante de nuestra vida, incluso antes de nacer. El feto desarrolla el oído desde las 15 semana y a las 24 semanas ya está listo para escuchar su medio externo, siendo capaz de escuchar música.
Conoce los efectos que puede tener poner música en casa mientras esperas un bebé. Eso sí, es importante que el volumen no exceda los 80 decibelios, ya que esto puede ser perjudicial.
La música proporciona estímulos que ayudan a aumentar el desarrollo cognitivo y emocional, incluso desde el vientre.
Este estímulo quedará fijado en la memoria del niño creando un fuerte vínculo de tranquilidad y seguridad entre la madre y el bebé.
Aunque el líquido amniótico, el útero o los tejidos alrededor del abdomen están alrededor del bebé, este puede percibir estímulos externos de manera distorsionada.
Cuando la madre coloca la música directamente sobre el vientre, el feto percibe de manera más nítida las diferentes ondas sonoras.
A través de varios estudios se ha comprobado cómo al percibir estas ondas, el bebé gesticula: abre la boca o en ocasiones saca la lengua.
Esto se debe a que la música activa diferentes circuitos en el cerebro relacionados con la comunicación y el lenguaje, como si estuviese vocalizando.
El “Efecto Mozart” es muy conocido por aumentar las defensas y fortalecer la capacidad neurológica de los bebés, simplemente por el sonido de las composiciones, debido a que la música clásica aumenta las capacidades neuronales.
También puedes probar con otros estilos musicales de relajación o música alegre que nos ayude a motivarnos y llenarnos de energía.
Es importante poner música a tu bebé sobre todo a las últimas horas de la tarde o por la noche, así será más fácil conseguir los beneficios de la música en un entorno más relajado al final del día.