Para poder hablar sobre Nutrición en tiempos de Covid- 19 voy a separar las recomendaciones en dos grupos:
Hablando sobre el primer punto, debemos tener en cuenta que la prevención debiera ser el fin principalde una correcta alimentación, pero muchas veces empezamos a preocuparnos por la nutrición cuando ya hemos sido diagnosticados con alguna patología o estamos en riesgo de ellas.
Cada persona tiene un requerimiento particular en base a su edad, sexo, talla, genética, estilo de vida, actividad física y emociones, es por este motivo que las recomendaciones que comento son generales y deben individualizarse con un profesional de la salud.
¿Qué podemos hacer diariamente para mantener un buen estado de salud y en caso nos contagiemos nuestro pronóstico sea mejor?
No existe ningún alimento o suplemento que cure o evite que nos contagiemos, hay muchos mitos urbanos y desinformación que circulan en las redes sociales, debemos actualizarnos con fuentes confiables, aquellas que se basan en evidencia científica y no en casos anecdóticos.
Esto no significa que la suplementación no sea necesaria, sobre todo en adultos mayores y algunas patologías; la recomendación es que se cubran los requerimientos con alimentos, pero en caso de que por algún motivo no se pueda se debe evaluar la suplementación de manera individualizada.
En el segundo caso, si ya tenemos el virus, hay que personalizar las recomendaciones según los síntomas, signos, enfermedades anteriores y estado nutricional (desnutrición, normal o sobrepeso) de cada paciente. No hay un patrón alimentario, dieta específica o un protocolo de alimentación Covid.
El virus puede provocar pérdida de apetito, ausencia del sentido del gusto, dificultad para pasar los alimentos o diarrea; además algunas de las medicinas que se usan en el tratamiento pueden empeorar estos síntomas. Es por este motivo que las recomendaciones alimentarias deben adaptarse a cada paciente para lograr que cubra sus requerimientos tanto de macro (carbohidratos, proteínas y grasas) como de micronutrientes (vitaminas y minerales). Las pautas o recomendaciones no son estáticas, deben ir modificándose de acuerdo a los síntomas y evolución del paciente, ya que en horas se pueden presentar cambios.
Se recomienda incluir alimentos con alta densidad nutricional, esto significa que tienen poco volumen y muchos nutrientes, como: palta, mantequillas de frutos secos, mantequilla de maní, plátano, huevo, purés de menestras. En caso sea necesario se recomendarán suplementos para poder cubrir los requerimientos.
A la fecha, tampoco hay evidencia científica que mega dosis de vitaminas y minerales puedan mejorar el pronóstico de la enfermedad. Vemos que, una alimentación saludable, variada, adecuada y que cubra nutrientes sigue siendo la mejor manera de prevenir y mantener la salud, y en el caso de que nos contagiemos nos ayudará a tener un mejor pronóstico.