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Urología pediátrica

Infecciones Urinarias en niños

Por: Dr. Juan Guillermo Corrales Riveros
26 de Marzo · 785 visitas
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Las infecciones urinarias en niños son causa de consulta frecuente en pediatría y ocurre cuando las bacterias ingresan a la vejiga.

En los recién nacidos, tener una infección urinaria no es algo banal por lo que requieren hospitalización en una unidad de cuidados intensivos. En los lactantes al igual que en los recién nacidos no hay una sintomatología definida, la infección urinaria puede causar fiebre, vómitos, irritabilidad o diarrea y el diagnóstico se hace con una muestra de orina en el laboratorio conocida como examen de orina completo y/o urocultivo que resulte positivo al crecimiento de una bacteria.

Una vez diagnosticada una infección urinaria, se debe buscar la causa y en recién nacidos o lactantes generalmente es producida por alteraciones anatómicas o funcionales del aparato urinario por lo que el profesional médico usualmente indica exámenes de imágenes complementarios (ecografía de vías urinaria, cistografía, gammagrafía).

En niños preescolares puede haber síntomas como micción muy frecuente, dolor abdominal, dolor o dificultad para orinar, orina con mal olor asociados o no a fiebre que pueden llamar la atención de los padres. Es importante que frente a estas molestias, los niños sean llevados rápidamente a su pediatra de confianza a fin de llegar a un diagnóstico adecuado.

Cuando los niños o niñas aprenden a orinar, hay que facilitarles que puedan orinar cuando lo deseen ya que el no hacerlo o impedirles que lo hagan, puede favorecer la aparición de infecciones urinarias, debido a que las bacterias o gérmenes que ingresan a la vejiga, permanecen más tiempo de lo usual y al no ser eliminadas con la micción pueden originar una infección urinaria. Igualmente, es importante para evitar infecciones urinarias, un aseo adecuado pero no exagerado de los genitales.

La infección urinaria cuando compromete solo la vejiga se denomina cistitis y causa síntomas irritativos como dolor al orinar, frecuencia urinaria incrementada, ganas de orinar y no poder hacerlo (tenesmo). Si además causa fiebre, se puede sospechar en el compromiso infeccioso del riñón y se denomina pielonefritis.

Luego de tener un diagnóstico con el análisis de orina positivo, el tratamiento de las infecciones urinarias se hace mayormente con antibióticos a los cuales el germen es sensible y encontrando además si hay una causa anatómica o funcional que lo originó, sobre todo en infecciones urinarias a repetición (dos episodios en menos de seis meses o tres episodios en menos de un año). En el tratamiento, también son muy importantes los buenos hábitos higiénico-dietéticos que aseguren un buen aseo, evitando demorar la micción y el estreñimiento.