banner
Neumología Pediátrica

¿Es seguro el uso de inhaladores en niños con asma?

Por: Dr. Lucrecia Monsante Carrillo
19 de Mayo · 1653 visitas
Comparte en:

A pesar de que los broncodilatadores inhalados y los corticosteroides inhalados son medicamentos ampliamente recomendados en todas las guías de manejo a nivel mundial para el tratamiento del asma, los médicos que tratamos niños con esta condición nos enfrentamos con frecuencia al temor de los padres acerca del uso de los inhaladores. Ellos constantemente se ven tentados a suspender el tratamiento (muchos lo hacen) por el temor a los supuestos efectos adictivos o perjudiciales sobre el corazón, negándole al niño de esta manera la posibilidad de un control adecuado de la enfermedad.

No es infrecuente que algunos padres prefieran privar a los niños de actividades propias de su edad como juegos, deportes o ciertos alimentos, con tal de no tener que usar los inhaladores.

Esta resistencia al uso de inhaladores se ve reflejada con claridad en un estudio realizado en Lima por el Dr. Poma Valdivia y colaboradores en el cual se muestra los resultados de una encuesta a padres y tutores de niños con asma de varios hospitales, el 68% de los encuestados refiere que no usaría inhaladores si hubieran otras opciones terapeuticas. De ellos, el 81% opinaba que no los usaría porque crearían adicción y el 14.3% porque temían a los efectos secundarios.

Estas cifras son alarmantes dada la alta prevalencia de asma en nuestro medio y la alta eficacia y seguridad demostrada tanto de los broncodilatadores como de los corticosteroides inhalados.

Para entender de dónde surge esta "fobia" a los inhaladores revisemos algo de historia. Desde inicios del siglo 20 se han ido desarrollando diferentes medicamentos para tratar el asma. Las drogas broncodilatadoras inicialmente empleadas sí tenían un efecto indeseable a nivel cardiovascular, como la adrenalina inyectada, que tiene un potente efecto broncodilatador pero con efectos adversos sobre el corazón y la presión arterial (taquicardia e hipertensión). Hacia finales de los 50 se lanzaron al mercado los primeros inhaladores, como el isoproterenol inhalado un efectivo broncodilatador pero efectos secundarios sobre el corazón. Ya en 1969 se formula el salbutamol que tiene un efecto casi exclusivo sobre el músculo bronquial produciendo broncodilatación con mínimo efecto cardiovascular siempre y cuando se use en la dosis correcta y por vía inhalada, ya que una cucharadita de salbutamol en jarabe (2mg) equivale a 20 disparos del inhalador.

Desde entonces los broncodilatadores y cortocosteroides inhalados han sido ampliamente usados por millones de personas que sufren de asma en el mundo y es gracias a ellos que han podido aliviar sus síntomas. Actualmente hay consenso en la comunidad científica mundial acerca de su eficacia y seguridad.