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Medicina interna

El manejo de las secuelas post Covid-19

Por: Dr. Delia Angelica Alva Rodriguez
30 de Octubre · 649 visitas
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En nuestro país gran parte de la población ha sido afectada por Covid-19, con manifestaciones clínicas variadas, desde casos asintomáticos hasta aquellos con síntomas leves, moderados y severos.

Al salir de alta post infección, presentan secuelas que van desde manifestaciones respiratorias, cardíacas, neurológicas y otras que requieren de un seguimiento médico multidisciplinario a fin de lograr el retorno a sus actividades.

En los casos asintomáticos pueden aparecer manifestaciones posteriores, como fatiga crónica, afecciones pulmonares y cardiacas, que no se evidenciaron en la fase aguda, siendo necesaria una evaluación médica que identifique posibles condiciones clínicas que limiten el normal desarrollo de sus actividades.

  • Asimismo, estas secuelas pueden ser englobadas en el Síndrome post Covid-19, con una duración que va de 3 a 6 meses o más, con variadas manifestaciones clínicas. Hasta un 80% de los pacientes pueden persistir inclusive con un síntoma, como problemas respiratorios, cardiovasculares, dolor muscular y articular, erupciones cutáneas, mareos, confusión, cambios en la visión, trastornos depresivos, ansiedad y confusión mental prolongada.
  • Una secuela frecuente es la disnea o sensación de falta de aire, que se puede prolongar hasta más de 6 semanas y presencia de tos, que puede requerir la evaluación por un neumólogo para determinar el estado de los pulmones y plantear terapias farmacológicas y respiratorias con ejercicios que mejoren progresivamente la capacidad pulmonar.
  • La pérdida del olfato y alteraciones en el gusto puede permanecer de 3 a 6 semanas o más. La fatiga crónica es otra secuela importante, para la cual se debe establecer un plan de rehabilitación, que permita ganar fuerza y masa muscular en las extremidades de forma progresiva.

Los pacientes que tuvieron estancias hospitalarias prolongadas van a requerir seguimiento médico permanente así como una dieta individualizada para reponer los déficits nutricionales, por la pérdida de peso y masa muscular. Además hay que prestar especial cuidado a las secuelas con compromiso de piel (úlceras de presión en rostro, tronco y extremidades) que pudieran presentar estos pacientes por la hospitalización prolongada, ya que pueden requerir un manejo médico estricto y continuos cuidados para evitar complicaciones mayores.

Es importante que la evaluación médica post infección pueda identificar también síntomas de depresión, ansiedad o estrés postraumático, que pueden requerir tratamiento farmacológico, terapia de apoyo psicológico y soporte familiar para recuperar la estabilidad mental.