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Neurocirugía

Dolor cervical: ¿estrés, dormí mal, manejé mucho o tengo un problema cervical?

Por: Dr. Marco Aurelio Medina Pajares
24 de Mayo · 2039 visitas
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Es muy frecuente encontrarnos con un dolor de cuello o dolor cervical, conocido por los médicos como: Cervicalgia. En la medida que se va tornando más molesto, surgen en nosotros varias explicaciones: creo que dormí mal, he manejado mucho estos días o debo estar estresado por el trabajo.

Cada una de estas explicaciones comunes en la cultura popular pueden tener algo de cierto, y de ser así desaparecería el dolor si duermo mejor las noches siguientes, si manejo menos o si me tomo un momento de relax. Sin embargo, cuando el dolor persiste por varios días o se intensifica es cuando debemos tomar atención, entendiendo que el dolor representa una alarma encendida ante un problema de salud.

El dolor cervical, cuando se torna persistente y de intensidad creciente, limitando nuestras actividades, puede deberse a problemas en la columna cervical, tanto en los discos como en la vertebras mismas. Es así que el dolor puede continuar solitario, en cuanto a síntomas se refiere, o puede ser acompañado de otros síntomas como: irradiación al hombro y brazo, e incluso hasta los dedos de una de las extremidades, acompañado de adormecimiento o entumecimiento en la extremidad y en los dedos, las cuales traen consigo sensaciones dolorosas y extrañas como quemaduras (urentes), y de trastornos motores, muchas veces percibidos por el paciente como debilidad. En esta situación, sospechamos de un compromiso de raíces nerviosas. En casos extremos pueden acompañarse de compromiso neurológico más severo que puede comprometer más de una extremidad, en cuyo caso sospechamos de compromiso medular a nivel cervical.

Las causas más frecuentes de dolor cervical puro son los trastornos degenerativos de los discos, la artrosis y, más raramente, los cuadros de inestabilidad vertebral en sus diferentes formas.

Las causas más frecuentes de dolor cervical irradiado a extremidades son: las hernias del núcleo pulposo del disco cervical y las estenosis foraminales por hernias y artrosis.

En cuanto al dolor cervical acompañado de compromiso neurológico medular, sus causas más frecuentes son: las estenosis del conducto raquídeo cervical en sus diferentes formas, componentes y extensión.

Otros padecimientos que además se acompañan de dolor cervical son los padecimientos de hombro y en ocasiones la combinación de estos con las epicondilitis del codo. Por ello un dolor cervical persistente y que limita día a día nuestras actividades amerita una evaluación por un neurocirujano especialista en columna.

Recuerde:

El dolor es una alarma, la solución no es apagar la alarma, sino tratar aquello que ocasiona que se encienda.