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Dermatología

COVID-19: CÓMO LIDIAR CON EL “MASKNE” (ACNÉ PRODUCIDO POR LA MASCARILLA)

Por: Dr. María Katherine Vallejo Suárez
22 de Junio · 475 visitas
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“Maskne” es un término nuevo acuñado en la actual pandemia de la COVID-19, el cual se refiere a un subtipo de acné mecánico (por fricción), atribuido al uso de mascarillas para controlar la transmisión del virus. Puede ser diagnosticado en pacientes con empeoramiento de acné preexistente, o de “novo” (nueva aparición) que se desarrolla en áreas cubiertas por la mascarilla, durante 6 semanas de su uso continuo. Las mascarillas inducen cambios en el microambiente cutáneo provocando deshidratación, aumento de sebo, temperatura y pH. Estos a su vez son factores pro comedogénicos capaces de promover la multiplicación de Cutibacterium acnes (bacteria gatillante del acné), con la consecuente inflamación cutánea.

 

 

¿QUÉ HACER PARA MEJORAR ESTA CONDICIÓN?

 

Debemos tener en cuenta que las mascarillas son una medida importante para evitar el contagio de la COVID-19, por lo que debemos mantenerlas si deseamos preservar nuestra salud y la de nuestro entorno. Es por ello que a continuación describo algunas medidas para convivir saludablemente con ellas, evitando así la aparición de “Maskne”, o el empeoramiento de otras dermatosis faciales preexistentes (rosácea, dermatitis seborreica, dermatitis atópica).

 

  • Higiene: Usa jabones suaves, no comedogénicos ni abrasivos. Específicamente los denominados “syndets”, los cuales mantienen el manto lipídico de la piel para evitar agredirla con el uso frecuente. Lava las mascarillas reusables de forma diaria o interdiaria.
  • Hidratación: Esencial en el mantenimiento de la función adecuada de la barrera cutánea. Se prefieren los humectantes que contengan ceramidas o ácido hialurónico, asociados a agentes anti inflamatorios como ácido gliciretínico. Evitar vehículos oclusivos como vaselina o aceite mineral.
  • Tela de la mascarilla: Las fibras deben ser hipoalergénicas y suaves para así disminuir la fricción. Asimismo, debido a la alta carga de biofluidos producidos en la nariz y la boca, es necesario que la mascarilla en contacto con nuestra piel absorba esta humedad, manteniendo la barrera cutánea indemne y así evitar la proliferación de bacterias. Tradicionalmente los dermatólogos hemos escogido al algodón, sin embargo han aparecido nuevas fibras sintéticas que añaden propiedades antimicrobianas (hilos de plata, cobre, etc), manteniendo la suavidad y peso de la tela, que pueden ser una mejor alternativa.
  • Tratamiento específico: En cuanto al tratamiento tópico, se utilizan retinoides/ peróxido de benzoilo y antibióticos tópicos en forma de hidrogel, lo cual minimiza la irritación local. Se prescribirán antibióticos orales en casos moderados o severos, bajo supervisión del especialista.

 

Dicho esto, ante la aparición de “maskné” es importante realizarte una evaluación por tu dermatólogo de confianza, quien indicará el tratamiento adecuado y personalizado para ti.