El sangrado irregular es una alteración en el ciclo menstrual común en adolescentes y mujeres jóvenes que se manifiesta hasta 6 años luego de la primera menstruación. Sin embargo, también pueden presentarse durante todo el período reproductivo de una mujer.

¿Qué causa el trastorno menstrual?

La causa más frecuente de las alteraciones en el ciclo menstrual es la inmadurez del eje hipotálamo-hipófisis-ovario, especialmente en adolescentes y mujeres jóvenes. Pero, en general, las causas pueden deberse a:

• Trastornos hormonales
• Alteraciones uterinas
• Enfermedades crónicas de otra índole
• Uso de algunos fármacos
• Embarazo, etc.

Cómo se dividen las alteraciones del ciclo menstrual

Las alteraciones del ciclo menstrual se pueden dividir en alteraciones del ritmo o de la cantidad. Para catalogarlas como trastornos del ciclo es necesario que estas alteraciones se presenten en forma repetida en varios ciclos. Veamos la clasificación en el siguiente cuadro.

Alteraciones del ritmo

Alteraciones de la cantidad de sangrado

¿Qué hacer ante una menstruación alterada?                       

Cualquier trastorno relacionado con la menstruación produce gran ansiedad en la paciente y su familia, pues genera dudas acerca de la normalidad de su desarrollo y las posibilidades de fertilidad futura.

Por ello es importante la actitud tranquilizadora del médico para explicar que este trastorno puede ser parte de un proceso de maduración del aparato reproductor. Como la mayoría de los trastornos se relacionan con la inmadurez del eje hipotálamohipófiso-ovárico adoptar una conducta expectante en los casos en que ésta sea posible.

El médico puede solicitar una ecografía para evaluar el útero y los órganos anexos, así como un perfil hormonal completo. En los casos en que el trastorno del ciclo persista o empeore luego de un período de observación, se deberán realizar los exámenes para empezar un tratamiento adecuado según la etiología.

En el caso de tratarse de una hemorragia uterina disfuncional (HUD) se la puede clasificar en leve, moderada y grave. Según la magnitud de la hemorragia algunas veces puede requerir transfusión sanguínea.