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Dermatología

¿Cómo controlar la rosacea?

Por: Dr. Viviana Claudia Bueno Gómez
12 de Septiembre · 169 visitas
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La rosácea es una enfermedad crónica de la piel. Sin embargo, no es peligrosa y puede controlarse con tratamientos adecuados.

La rosácea consiste en la coloración rosada de la piel de las mejillas y centro de la cara con finitas "venas" llamadas telangiectasias. El flushing o rubor de mejillas y la aparición de granitos son las características típicas de la rosácea.
El flushing es un empeoramiento de la rosácea ante ciertas circunstancias como el calor o los cambios de temperatura, el ají o alimentos picantes, el alcohol, el ejercicio físico, el sol y el estrés. 
La rosácea suele ser más frecuente a partir de los 30 años, en personas de piel clara. También es más común que aparezca en mujeres.

Causas de la rosácea


No se sabe exactamente cuál es la causa de la rosácea. Sin embargo, se sabe que existe un componente genético importante, ya que muchas personas con rosácea tienen familiares con esta condición de la piel.  

Se piensa que existe un desequilibrio a nivel del microbioma cutáneo e intestinal, manifestado con un incremento de la bacteria helicobacter pylori en el tracto gastrointestinal y el aumento de ácaros (demodex folliculorum) y bacterias (bacilus oleronius) en la piel.

El sistema inmunológico juega un rol importante en la aparición de la rosácea, ya que la desregulación de la respuesta inmune puede conducir a una inflamación excesiva y vasodilatación en el rostro.

Tipos de rosácea


Una persona puede tener uno o varios tipos de rosácea, estos son:

  • Rosácea eritemato-telangectásica: predomina el color rosado de la piel de la cara, las telangiectasias y el flushing. En este tipo de rosácea, la piel es especialmente sensible.
     
  • Rosácea papulopustulosa: predominan los granitos sobre el color rosado de la piel. A menudo este tipo de rosácea puede ser confundido con acné. 
     
  • Rosácea fimatosa: suele ocurrir con mayor frecuencia en hombres adultos. Se manifiesta con un aumento del tamaño y volumen de la piel en una zona concreta, más frecuentemente en la nariz, lo que se conoce como rinofima. 

También existen otros tipos menos frecuentes de rosácea como la rosácea granulomatosa, rosácea infantil y rosácea ocular.

¿Cómo se diagnostica la rosácea?


El diagnóstico de esta enfermedad cutánea es clínico. No es necesario hacer una prueba en particular, ya que la exploración física y la historia clínica suelen ser suficientes para el especialista. Si existe alguna duda sobre el diagnóstico se puede realizar una biopsia de piel.

Tratamiento de la rosácea


La rosácea es una enfermedad crónica, esto significa que dura para toda la vida.

Sin embargo, existen tratamientos disponibles desde tratamiento vía oral, cremas tópicas y terapias de luz/láser que pueden ayudar a controlarla.

También es importante evitar los factores desencadenantes de la rosácea y mantener una adecuada rutina de piel asegurando la hidratación y cuidado de la barrera cutánea.